Ficha Técnica:
Director: Rob Cohen
Género: Comedia, Acción
Duración aprox: 112 mins
Año: 2008
Intérpretes: Brendan Fraser, Jet Li, Maria Bello, Luke Ford, John Hannah, Michelle Yeoh, Isabella Leong
Música: Randy Edelman
Fotografía: Simon Duggan
Sinopsis
En esta nueva aventura, Rick tiene por compañeros a su hijo Alex, a su esposa arqueóloga Evelyn y al patoso hermano de esta, Jonathan. La familia O´Connell deberá detener a una momia, que acaba de despertarse de una maldición echada hace 2.000 años, antes de que esclavice al mundo entero.
La bruja Zi Yuan, vengándose de una traición, condenó a permanecer en muerte aparente para la eternidad al despiadado emperador chino Dragón y a sus diez mil guerreros, que han esperado en su mausoleo durante cientos de años, olvidados de todos, cual ejército de terracota. Pero cuando engañan al joven y apuesto aventurero Alex O´Connell para que despierte de su sueño eterno al temible gobernante, al temerario arqueólogo no le queda más remedio que pedir ayuda a las únicas personas que saben más que él acerca de los no muertos: sus padres.
Comentario: (AVISO: Puede contener SPOILERS)
Decepcionante. Sí, ya sé que habrá muchas personas que me dirán ¿y qué esperabas? pero a mi personalmente me gustaron las dos primeras partes (bastante más la primera que la segunda) que, si bien no son peliculones súper elaborados y con una historia profunda, sí que creo que son dos películas de aventuras bastante entretenidas y válidas; esperaba bastante más de esta tercera parte. «La Momia: La tumba del Emperador Dragón» bien podría haberse titulado «La tumba de la Momia» porque es lo que han conseguido con esta entrega, enterrarla bien hondo.
Para empezar hablemos del «caso Rachel Weisz». Weisz que decidió no participar en esta nueva entrega de la franquicia ha sido sustituida por la actriz Maria Bello. No es que la chica lo haga mal, es que no se la cree nadie. No tiene, ni por asomo, la química con Fraser que sí que había con Weisz. Sobreactúa constantemente con una «super sonrisa» de oreja a oreja y ni siquiera tiene la misma dulzura que Weisz, aunque lo intenta, ni el mismo carácter. Pero no sólo es ella la que falla en la pareja «protagonista», ya que Rick O’Conell (Brendan Fraser) ha perdido el protagonismo que tenía en las dos anteriores entregas en favor de su hijo Alex (Luke Ford) que, no nos engañemos, no es lo mismo.
Luego tenemos a John Hannah que vuelve a dar vida al hermano de Evelyn aunque en esta ocasión es una caricatura de sí mismo y, en esta entrega, es un personaje totalmente prescindible con unos chistes lamentables.
Pero lo peor no es nada de esto. Lo peor es el «poti poti» de elementos que han metido en la película y que no se desarrollan en condiciones (porque hay tantas cosas juntas que no es posible desarrollarlas todas en condiciones en 112 minutos). Porque a ver, quitando el hecho de que a mi personalmente me gusta más el «rollo egipcio» que el «rollo chino», meter en el mismo film la momia del Emperador Han con su ejército de terracota, la leyenda de Shangri-La (creo que se escribía así), Yetis aliados (3 para ser exactos), una fuente que otorga la inmortalidad, un dragón de tres cabezas, un bicho raro con cuernos, un ejercito de muertos vivientes vengativos, una historia de amor y los problemas de comunicación entre los O’Conell, creo que no puede desembocar en nada bueno.
Luego tenemos los efectos digitales que, en algunos casos están muy bien como en el caso de los Yeti, y en otros resultan un tanto patéticos, como cuando se le triplica la cabeza a Han. Y, en lo referente a las escenas de acción, pocas escenas sorprenden y en algunas, como en la primera y pirotécnica persecución, el movimiento de cámara resulta mareante.
Todo esto sin contar con que la momia del emperador no atemoriza lo más mínimo (nada que ver con el Imhotep al que daba vida el genial Arnold Vosloo), el ejército de terracota tampoco atemoriza nada y ver «la batalla final» entre soldados de barro y esqueletos de muertos vivientes tampoco impresiona (el ejercito de terracota es marrón, los esqueletos con sus harapos son marrones y la arena del desierto es marrón.. al final uno no distingue nada).
Como último detalle hablar de Michelle Yeoh. Lo siento no puedo ser imparcial.. a mi personalmente me encanta. Sé que no es el mejor papel que haya podido hacer pero a mi me ha parecido de lo más salvable de la película.
En definitiva estamos ante la película más infantil, con diferencia, de la saga. Peor hecha y con un cantidad ingente de ingredientes y personajes principales que hacen que el espectador a veces no sepa qué es lo principal y a qué prestar atención. Si te gustaron las dos anteriores películas, es probable que esta no lo haga. Si vas al cine y no hay ninguna otra película que te apetezca ver, entra a verla sino, espera a verla en DVD.
Mi calificación:.
Es cuestión de interpretación, bajo un enfoque cinéfilo es cierto que un apartado técnico y la interpretación, elaboración de guiones recae en su calidad si se llama a un marco de referencia como una entrega nueva de la serie de acción y aventura La Momia. Bajo el rigor de la apreciación estética y los cánones establecidos por el mundo del cine que a sà mismo en su evolución establece digamos estándares de esta calidad de un filme cada vez más altos, acondicionando al público para elevar sus requerimientos de calidad. Pero la falta de análisis de la historia y sus fundamentos teóricos en un análisis de una pelÃcula es algo que cada vez se hace de manera más trivial en este caso. Teóricos porque al incluirse el mundo antiguo como el contexto esencial en donde hay una historia aceptada como real y la que se ha de generar en base a esa historia, es menester del buen critico hacer siquiera una interpretación evaluativa de una historia, más que una lÃnea argumental estrecha digna de la contra portada del material ofimático en que se vaya a comercializar para difusión fuera de las salas; en el caso del análisis de Manox se ha hecho ese análisis no en el contenido mismo de la historia si no de los intérpretes y la presentación visual que son quienes y cuáles han de llevar a cabo la historia si en el análisis cinéfilo tradicional nos remitimos. Me ha dejado complacido que en primera instancia se deje el kemet-centrismo, mismo que se vive una y otra vez en videojuegos, y mitologÃa documental ahora ubicados geográficamente y sus elementos culturales e históricos de Asia continental. Consideremos pues la historia, llámesele la historia presentada finalmente o la referencia histórica real aunada, con estos elementos que espero sirvan para motivar a hacer análisis más detallados de una pelÃcula. Ficción fundamentada en hechos y teorÃas: Ying Zheng (Qin Shi Huang): el primer emperador de China, la conquista de la hegemonÃa china (unificación), la búsqueda de la inmortalidad le lleva al consumo de mercurio por prolongados periodos (en la parte «del mito del emperador amarillo»), el propósito de los guerreros de Terracota, la concertación y ampliación de un proyecto de muralla iniciado en los reinos del norte etc. Es fascinante la manera en que son introducidos estos elementos. La sagacidad para representar estos datos en pantalla con dotes estéticos que aspiran a elevados y pueden implicar ficción como carácter general del cine actual (como todas las escenas CG actuales exigen y considerando que también son de baja calidad ante otras si al parámetro tradicional me atengo), teóricamente aceptados como verdaderos, el mito y la introducción de los personajes propios de La momia, como aquellos que viven está historia y reviven la misma y su propia «mitologÃa» rica en la balanza del contexto geográfico, todo lo que se puede tomar de tal región de carácter histórico y mÃtico, por ejemplo el yeti. En lo que respecta a la disposición de este contenido en la duración, yo concuerdo que la presentación de la historia en esa delimitación temporal no es satisfactoria, pero hay un sistema establecido en la sociedad tras la industria, que es de presupuesto, temporalidad etc. No es entonces lo que se ha de revisar; sino la manera en que se disponga la historia en el tiempo, la forma “en que se hace†es la parte a evaluar y que considero satisfactoria. Es tan válido como analizar la gesticulación de Rachel Weisz que no cumple con la aprehensión de la personalidad de Fraser (imposible dirÃa yo pensar que el actor B que sustituye al A den a un personaje C idéntico) y por ende el caracter interpretativo que es su trabajo mismo y que le da vida a Evelyn no puede ser exacto de una mujer a otra. Evaluación del trabajo como actriz, es totalmente valida. Pero es cierto que la crÃtica cinéfila tradicional sea objetiva en la apreciación inmediata de la interpretación para generar crÃticas, guion, interpretación, apartado visual y musical. Estos deben de ser pues los parámetros. ¿A dónde mira la crÃtica especializada del cine hoy en dÃa? No son elementos que se hacen puntuales y puntuables el apartado técnico, interpretación etc?. Y la historia debe de ser tan importante como los demás. Pero será mejor seguir revisando la gesticulación de los intérpretes porque aquà es lo más importante para generar una crÃtica de La Momia.