Ficha Técnica:
Director: Jack Arnold
Género: Ciencia Ficción
Duración aprox: 81 mins.
Año: 1957
Fotografía: Ellis Carter y Clifford Stine
Música: Joseph Gershenson
Intérpretes: Grant Williams, Randy Stuart, April Kent, Paul Langton, Raymond Bailey, William Schallert
Sinopsis
Scott Carey (Grant Williams) se encuentra con una misteriosa niebla radioactiva cuando navega con su mujer en el barco de un amigo. Sin conocer lo perjudicial que será para él, Scott empieza a notar extraños cambios en su cuerpo. Su altura, peso y hasta sus órganos empiezan a disminuir hasta quedarse en dos meros centímetros. De pronto, una situación de su vida cotidiana amenazará con una intensidad letal: su gato juguetón se convertirá en un demonio para él, y la araña en su peor enemigo. Carey aprenderá que su supervivencia en el nuevo mundo reducido dependerá de él y de su ingenio…
Comentario
Poco puedo decir después de ver éste clásico del cine de serie B.
Basada en la novela de título homónimo escrita por Richard Matheson y que nos muestra a través de los ojos de Scott Carey (Grant Williams) las diferentes reacciones del protagonista ante lo que finalmente se muestra inevitable.
De la preocupación inicial por su progresiva disminución de talla y pérdida de empleo, pasando por estados de irascibilidad incontrolada, al enfrentamiento con la soledad y los peligros de su entorno. Se nos permite ver como el equilibrio de las personas se sustenta en cosas dadas por supuestas a diario y como una vez carecemos de ellas nuestro mundo se tambalea peligrosamente.
Así Scott, ante su progresiva pequeñez y el hecho de que su mujer le de por muerto ante el ataque de su gato Buch, nos lleva a una segunda parte de la película más oscura e interesante en la que Scott deberá enfrentarse al hambre, la sed, una inundación (una pérdida de agua de la caldera) y un feroz enemigo (único acompañante en su nuevo universo).
Scott nos acompaña en un viaje hacia el mundo de lo pequeño, lo microscópico.. de como una persona depende de unos supuestos para seguir siendo «el eslabón más alto de la cadena alimentaria», el depredador supremo. De cómo aquello que nos diferencia de los animales, la razón, y a pesar de su tamaño, sigue siendo su mejor arma.
Mención aparte merecen los efectos especiales del film. Una película de 1957 que te mantiene enganchado con unos efectos que captan tu atención desde el principio y que, si bien hoy se ven ridículos y superados por cualquier película de bajo presupuesto, creo que fueron por delante de lo que correspondía a su época.
El Increíble Hombre Menguante es una película para los amantes de la ciencia ficción, una joya del cine fantástico muy recomendada que nada tiene que envidiar a las superproducciones de las de hoy.
Mi calificación:
